Gamificación: transforma cualquier tarea en una experiencia divertida y envolvente

Gamificación: transforma cualquier tarea en una experiencia divertida y envolvente

Ya sea para el entrenamiento y la educación o para el marketing, la gamificación está en auge. Es eficaz y se expandirá a más áreas e industrias a medida que avanza la tecnología en línea que la soporta. Gamificar consiste en aplicar elementos y mecánicas de juego a tareas cotidianas que normalmente no consideramos divertidas para hacerlas más amenas, lo que a su vez mejora la participación del usuario.

El término gamificación fue acuñado en 2002, pero sus orígenes se remontan al amanecer de la civilización, cuando las culturas antiguas utilizaban juegos para entrenarse para la batalla, distrarse de las dificultades y profundizar en diversos conocimientos. En el siglo XX, los juegos de guerra ayudaron a entrenar al personal militar, y el sector empresarial observó cómo los deportistas aficionados se comprometían con sus ligas locales, comparado con el poco interés que podían mostrar en sus trabajos diarios. Se buscó captar esa esencia de trabajo en equipo y competencia para aumentar la productividad. A comienzos de los años 2000, las grandes empresas empezaron a experimentar con juegos personalizados para la contratación, incorporación y entrenamiento, mientras que los gigantes comerciales revolucionaban el marketing con campañas interactivas que fortalecieron sus redes sociales y aumentaron sus ventas.

Una limitación inicial de la gamificación era la accesibilidad: solo las grandes empresas podían permitírselo, pues solo ellas operaban a una escala que les permitía desarrollarla y experimentar internamente. Ahora, gracias a plataformas como Drimify, las pequeñas y medianas empresas (PYMEs), así como instituciones educativas y grandes firmas multinacionales, tienen acceso a motores de juego pre-configurados, probados y personalizables para adaptarse a una amplia gama de objetivos empresariales y educativos, transformando lo aburrido y difícil en algo atractivo y emocionante.

El proceso de crear una actividad

Casi todas las transacciones humanas requieren la participación del usuario. Es necesario que una persona transmita claramente su idea a otra, porque si quien escucha no está interesado, la interacción fracasa, se generan malentendidos y lo que podría ser un intercambio productivo se convierte en un juego de teléfono roto. Esto es válido tanto para un maestro enseñando a su alumno como para un supervisor comunicándose con su equipo sobre un proyecto. Por esta razón, la gamificación puede aplicarse para mejorar cada aspecto de la vida diaria, siendo limitada únicamente por la imaginación y la tecnología disponible. Ya ha impregnado campos y aplicaciones como la educación musical, el ámbito de la salud y el ejercicio físico, e incluso las criptomonedas.

Para crear una experiencia gamificada que cumpla su objetivo, ya sea para educar mejor a un estudiante, comprometer y motivar a un cliente potencial, o preparar más eficazmente a los empleados, es crucial dedicar tiempo a planificar y conceptualizar cómo funcionará la experiencia.

Hemos reunido los pasos principales para lograrlo:

1. Definir el objetivo

Para crear una actividad divertida que se ajuste a tus necesidades, primero debes definir un objetivo específico. ¿Deseas atraer nuevos clientes? ¿Aumentar tu comunidad? ¿Contratar nuevos empleados? Al elegir un objetivo específico, te resultará más fácil alcanzarlo. Esta es la fase básica sobre la cual se construirá todo lo demás.

2. Establecer reglas claras

Una vez que sepas por qué deseas crear tu actividad, necesitas estructurarla con reglas claras. Limítate a un máximo de 3 reglas para que tu juego sea sencillo y accesible. Recuerda que estás usando la gamificación para convertir una tarea aburrida en algo divertido, no para inventar un deporte nuevo o desarrollar una campaña para tu grupo de Dungeons & Dragons. Si tu objetivo es educativo, no querrás que tus estudiantes enfrenten una actividad más complicada que el propio tema que pretendes enseñar. Idealmente, tus reglas deberían ser resumibles en una sola frase y ser fáciles de entender.

Obviamente, si estuvieras utilizando un formato como el Recorrido Dinámico™ en la plataforma de juegos de Drimify para crear una experiencia más extensa de varios niveles, ya sea para un curso educativo gamificado o una campaña de marketing diseñada para una festividad específica, crearías varios conjuntos de reglas para todos los mini juegos o módulos que incluyas.

3. Desarrollar tu contenido

Debes diseñar contenido gamificado que cumpla una doble función: hacer que la experiencia sea claramente divertida y atractiva para el jugador, mientras se mantiene fiel a los valores y la estética de la empresa, y por supuesto, comunicando el mensaje clave.

Para ciertos propósitos, como aprender un idioma nuevo en un contexto educativo, podría parecer sencillo: mantenlo todo en el idioma que están aprendiendo, reduciendo al mínimo el uso del idioma nativo del estudiante. Sin embargo, crear cualquier contenido con fines serios, ya sean educativos o comerciales, implica matices.

El contenido educativo (o de marketing) debe estar al nivel adecuado para no sobrecargar al usuario o estudiante objetivo. ¿Es un francés conversacional básico adecuado para un principiante, por ejemplo, o está tan avanzado que podría abrumar a un estudiante ya fluido en la conversación? Desde una perspectiva de marketing, ¿es el contenido de un producto técnico comprensible para el público general o se asemeja más a una charla especializada en química de materiales? Las audiencias y usuarios, ya sean empleados, estudiantes o clientes potenciales, solo necesitan ver la parte esencial del iceberg para entender lo necesario, ya sea suficiente para demostrar valor o para lograr un resultado de aprendizaje deseado.

4. Mostrar creatividad

Para destacar en un entorno competitivo, es esencial ser creativo con la gamificación. Esta es la mejor manera de atraer jugadores, motivar estudiantes y engancharlos en el juego que has lanzado. La creatividad puede expresarse en las reglas del juego, en los formatos de medios que utilices o incluso en el sistema de premios. Cuanto más creativo sea tu contenido, más capaces serás de sorprender y despertar la curiosidad de tu audiencia objetivo.

Gamificar cualquier actividad implica adoptar un enfoque creativo hacia un problema tradicional, así que al planificar proyectos de gamificación, sé ambicioso y dispuesto a tomar medidas audaces.

5. Establecer un sistema de recompensas

Uno de los mecanismos fundamentales de los juegos y la gamificación es la obtención de recompensas una vez que se completa exitosamente una tarea. Este sistema de recompensas podría incluirse con un sistema de puntos, niveles para completar o alcanzar, o incluso bonificaciones por conseguir.

Este es realmente un aspecto clave de la gamificación, ya que el enfoque para gamificar un proceso en una actividad entretenida es proporcionar una experiencia placentera y gratificante.

Utiliza una plataforma como Drimify para crear tu próxima actividad divertida

La gamificación es la clave moderna para la participación del usuario. Ya sea que se trate de recopilar datos de clientes, incentivar la compra, reclutar o capacitar al personal, educar a los estudiantes o cualquier otra actividad que requiera que un ser humano se comunique con otro, la gamificación convierte lo monótono y cotidiano en una actividad divertida y atrayente. Cuando algo es divertido, las personas retienen mejor la información y están más receptivas a los mensajes, ideas y condicionamientos.

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