Estructuración del proceso creativo para una generación de ideas efectiva
RecursosLas empresas se levantan sobre la base de nuevas ideas. Un emprendedor encuentra una oportunidad en el mercado, un nicho desatendido o un problema sin resolver, y tiene una idea. Con esfuerzo, capital y un marketing eficaz, pueden evolucionar de ser una startup a convertirse en una compañía establecida que genera ingresos. Un ejemplo claro es McDonald’s, que creció cuando Ray Kroc vio que el restaurante de hamburguesas de Richard y Maurice McDonald era mucho más eficiente que otros del sector; su idea fue llevar el concepto a la franquicia. Por otro lado, Coca-Cola comenzó como un remedio para el dolor de cabeza que no funcionaba, pero su buen sabor llevó a que se convirtiera en la marca de refrescos líder a nivel mundial.
Ahora, ¿qué pasa con aquellas empresas ya establecidas que buscan innovar en su sector? ¿Puede la chispa de la creatividad encenderse dos veces? Desde luego que sí. Los ejecutivos de marketing y diseñadores de productos de grandes corporaciones como Pepsi y Nike no esperan a que la inspiración caiga del cielo, sino que tienen sistemas bien definidos para cultivar ideas.
De manera semejante al proceso de design thinking, un método para crear ideas ofrece sistemas y procesos bien estructurados para desarrollar soluciones relevantes frente a nuevos desafíos. Esto facilita a personas y equipos generar, evolucionar y comunicar conceptos innovadores para sus proyectos.
Seguir y adaptar un marco para la creación de ideas, desde una perspectiva empresarial, incluso puede aumentar el compromiso de los empleados. La utilización efectiva de la creatividad es un componente esencial para maximizar el ingenio del personal que forma y representa a una empresa.
¿Cuáles son las 4 fases del proceso creativo?
En The Art of Thought, el psicólogo Graham Wallas, teórico de ciencia política y relaciones internacionales, y cofundador de la London School of Economics (LSE), identifica cuatro fases esenciales del proceso creativo:
Fase 1: Investigación y preparación
El proceso creativo empieza con la preparación, implicando una búsqueda exhaustiva de información y recursos intelectuales. Durante esta primera fase, determinas el tema central de tu creación y buscas inspiración en lugares diversos.
En esta fase, consideras el contenido, formato, o incluso cómo llevarás a cabo tu próxima creación o proyecto. Es tanto un proceso interno, haciendo lluvia de ideas para generar conceptos, como externo, recopilando datos y conocimientos necesarios.
Por ejemplo, si planeas usar gamificación para el entrenamiento de empleados —es decir, aplicar principios de diseño de juegos para aumentar la participación de los usuarios— tu primer paso será pensar cuidadosamente en lo que deseas que tus empleados logren con la experiencia de aprendizaje. ¿Cuál es el objetivo del entrenamiento? ¿Qué habilidades quieres que desarrollen? Aunque las plataformas de creación de juegos con servicios adicionales de agencia facilitan la creación de juegos, el contenido y la narrativa que les da efectividad necesitan una planificación previa meticulosa. Investigar libros, podcasts, literatura y otros materiales gamificados relevantes con anticipación es clave para optimizar la gamificación de tus procesos de recursos humanos (HR).
Fase 2: Incubación
En esta etapa, dejas que las ideas y la información recopilada en la fase anterior maduren dentro de tu mente. Aquí nuevas conexiones empiezan a formarse y el proyecto cobra vida en tu imaginación. Es vital permitir que tu mente se aleje del proyecto, dándole espacio a la creatividad. El propósito es permitir que nuevas ideas emerjan, facilitando el desarrollo del proyecto.
El prolífico escritor de terror Stephen King solía decir que no anotaba sus ideas; según él, si eran realmente buenas, volverían a su memoria. Aunque es probable que no se haya basado en Wallas para este proceso, definitivamente es un ejemplo de un creativo que aprovecha una fase de incubación.
Fase 3: Iluminación
En esta fase llega el momento de la iluminación. Tras la incubación, idealmente habrás descubierto la mejor idea o solución para tu proyecto. Es hora de materializar esos conceptos recopilados en la fase de preparación para darle vida al proyecto.
La paciencia y la perseverancia son cruciales aquí, ya que las ideas iniciales pueden no funcionar como esperabas. Es recomendable revisar diferentes aspectos y probar tus propuestas antes de tomar decisiones finales.
Fase 4: Verificación
Esta última fase implica evaluar y criticar los resultados obtenidos. ¿Tu solución realmente funciona? ¿Cumple con el objetivo? Es el momento de usar habilidades de pensamiento crítico para refinar tu creación y alinearla con los objetivos reales.
Aquí, recibir críticas constructivas de diversas fuentes es indispensable. Es esencial ser receptivo a cambios para mejorar tu trabajo, incluso si significa volver a etapas previas para perfeccionar la idea o concebir algo superior.
Una habilidad blanda especialmente útil en este punto es una mentalidad de crecimiento. Es fácil que, después de crear algo, te vuelques emocionalmente y pienses que es idóneo para su propósito. No obstante, el feedback, ya sea positivo o crítico, debe ser bienvenido para enriquecer el proyecto. Al final, es una parte esencial del proceso creativo. Pocas grandes novelas alcanzan las librerías sin múltiples revisiones, y ninguna de las mejores películas llega a la pantalla sin días de filmación descartados en el proceso de edición.
Las diferentes técnicas de creatividad
Existen varias técnicas para estimular la generación de ideas y fomentar la formulación de nuevos conceptos en los negocios. Estas son algunas de las más comunes:
1. Lluvia de ideas
Sin duda, la técnica de creatividad más popular es la lluvia de ideas. Consiste en reunir a los miembros del equipo para que expresen sus ideas libremente, sin censuras ni críticas. Esto permite obtener una visión general sobre el trabajo por realizar y discutir las diferentes opciones y soluciones.
Una lluvia de ideas efectiva requiere que los participantes se inspiren en las sugerencias de otros para refinar y mejorar las mejores propuestas. Es un esfuerzo colectivo, no una competencia por ver quién tiene la mejor idea. Puede presentarse en forma de un diagrama de puntos o un mapa mental, una herramienta visual para fomentar la creatividad, o como un árbol de ideas, donde:
- El tema o elemento central del proyecto está en el centro.
- Las ideas relacionadas con dicho tema se extienden como ramas y sub-ramas conectadas.
Este mapeo ayuda a entender mejor la relevancia de las ideas en relación al proyecto en curso.
2. Gamestorming
La gamificación aporta herramientas para mejorar el compromiso personal a través del uso de elementos de juego durante actividades, procesos de trabajo o acciones. Promueve sólidos vínculos sociales entre empleados, refuerza el sentido de pertenencia a la empresa y fomenta la generación de ideas en un ambiente laboral sano y motivador.
El gamestorming incluye varias técnicas de resolución de problemas en forma de juegos dinámicos y motivadores. Un juego popular es “el anti-problema”, que consiste en darle la vuelta al problema que buscas resolver para encontrar soluciones desde otra perspectiva. Si se agotan las ideas para solucionar el problema actual, buscar soluciones al problema inverso puede brindar una nueva visión, permitiendo la aparición de ideas que, aunque obvias en retrospectiva, pueden invertirse nuevamente para resolver el problema planteado.
3. La tormenta de bocetos
Esta técnica creativa se basa en dibujar bocetos simples como posibles soluciones a un problema. Las representaciones visuales pueden estimular la imaginación de manera más poderosa que las palabras, y resultan especialmente útiles para abordar desafíos de diseño gráfico o de producto. Por ejemplo, si una página web de comercio electrónico no convertía correctamente, asumiento que todo el texto y la programación funcionaban bien, puede resultar muy útil una tormenta de bocetos para rediseñarla.
Aunque hay múltiples formas de hacer lluvias de ideas en equipo, el uso de imágenes para comunicar conceptos y soluciones potenciales es muy efectivo. Además, un dibujo puede transmitir un concepto que las palabras no logran expresar. Esto es especialmente beneficioso para trabajadores menos comunicativos o que tienen un enfoque más técnico o visual.
Desarrolla el proceso creativo que se adecue a tu empresa y sector
Es importante tener en cuenta que las 4 etapas del proceso creativo no siempre ocurren en un orden estricto, y no tiene por qué seguirse sistemáticamente. El proceso creativo es personal y, a veces, puede parecer un desastre. Una técnica para la creación de ideas puede ser idónea para una persona, pero no tanto para otra. De igual forma, ciertas técnicas funcionarán mejor en algunos sectores que en otros.
El modelo de Graham Wallas tiene sus limitaciones, pero aún puede servir como mapa para tu propio viaje creativo, indicándote una dirección a seguir si no un destino final. También ofrece ayuda para ser consciente del progreso del proyecto. Cuando el proceso empieza a sentirse abrumador o desorganizado, volver a este marco puede ayudar a tu equipo a reenfocarse en sus objetivos.
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