La gamificación en el desarrollo del pensamiento crítico en la educación

El pensamiento crítico es una habilidad fundamental que todo estudiante debería desarrollar, no solo para lograr éxito en sus futuros estudios, sino también para brillar en su vida profesional. Es esencial para avanzar en la mayoría de las carreras y, a menudo, se considera un requisito imprescindible para ser aceptado en programas de posgrado.

Ahora bien, ¿cómo se enseña el pensamiento crítico? No es como aprender una fórmula matemática que pueda practicarse, ni como memorizar una línea del tiempo histórica, o comprender una estructura biológica. Es más bien un sistema operativo cognitivo. Enseñar pensamiento crítico implica renovar el enfoque de un estudiante hacia la toma de decisiones y el procesamiento de información, y uno de los métodos más efectivos para hacerlo, tanto como instrucción como práctica, es mediante la gamificación y el aprendizaje basado en juegos (GBL).

Definiendo el pensamiento crítico

A menudo se habla de pensamiento crítico. Las organizaciones buscan incansablemente a pensadores críticos que guíen su negocio hacia el futuro, y los académicos insisten en su importancia para los estudiantes. Sin embargo, al desglosar el término, ¿qué es realmente?

En términos sencillos, el pensamiento crítico consiste en formular preguntas y emitir juicios fundamentados en un análisis imparcial de la evidencia existente. Practicar el pensamiento crítico implica abordar un problema, hacer preguntas pertinentes, buscar evidencia confiable, considerar y discutir diferentes puntos de vista y, finalmente, hacer una recomendación. Estas habilidades son vitales en cualquier disciplina académica. En la universidad, los ensayos suelen plantear preguntas que requieren que los estudiantes sinteticen toda la información disponible para llegar a una conclusión. En el ámbito profesional, este proceso se aplica desde enviar cohetes al espacio hasta cultivar los productos que nos alimentan.

Cualquier líder, en cualquier sector, debe aplicar el pensamiento crítico a diario. Gerentes hoteleros organizan eventos sin interrumpir a los clientes a través del pensamiento crítico; restauradores lo emplean para gestionar sus relaciones con proveedores; y marcas de moda lo utilizan para crear colecciones exitosas. Al final, todas las organizaciones necesitan hacer preguntas que los pensadores críticos deben responder correctamente para sobrevivir y prosperar.

Innovadores y emprendedores del mañana

Si estás enseñando a adolescentes o incluso a niños en educación primaria, nunca es demasiado pronto para comenzar a desarrollar sus habilidades de pensamiento crítico mediante juegos educativos. Lo van a necesitar, ¿por qué no prepararlos desde ahora?

El desafío es cómo equilibrar la enseñanza de contenidos para aprobar exámenes mientras se desarrolla su capacidad de razonamiento analítico. El método tradicional de estudio, como leer sobre los egipcios antiguos, no siempre es efectivo al enseñar pensamiento crítico. Cualquiera que haya debatido puntos de vista opuestos sabe que no se puede obligar a alguien a cambiar su manera de pensar.

Gamificación como vehículo para fomentar el pensamiento crítico

La gamificación es una herramienta ideal para llevar las habilidades de pensamiento crítico al aula para estudiantes de todas las edades. Aprender pensamiento crítico es un proceso interactivo que involucra hacer preguntas, enfrentarse a desafíos y evaluar evidencia para tomar decisiones. Sin las presiones del pensamiento crítico, se transforma en un juego. Este concepto es similar al de las sociedades de debate universitarias, donde se asignan temas y puntos de vista para fomentar el uso del razonamiento y la argumentación.

La gamificación permite activar ciertas palancas psicológicas para involucrar a tus estudiantes en el pensamiento crítico. Este pensamiento dentro de un juego incluye una dimensión social de intercambio y discusión, atrayendo a estudiantes curiosos que disfrutan del aprendizaje y aman los desafíos. El pensamiento crítico es un ejercicio mental y requiere esfuerzo intelectual a cualquier nivel.

Incentivar a los estudiantes a pensar de manera creativa

Un componente crucial del pensamiento crítico es formular las preguntas adecuadas. En ciertos juegos o escenarios, las preguntas pueden necesitar respuestas simples como “Sí” o “No”. En otras ocasiones, se buscan respuestas más detalladas que expliquen y profundicen en un tema.

Las preguntas, al igual que crear preguntas apropiadas para el pensamiento crítico, se pueden integrar fácilmente en la enseñanza gamificada. Por ejemplo, con el formato Preguntas de la plataforma Drimify, puedes diseñar preguntas tanto de opción múltiple como abiertas, invitando incluso a los estudiantes a hacer sus propias preguntas. Este enfoque es adaptable a diferentes niveles de edad y habilidad, desde estudiantes más jóvenes hasta juegos educativos para adultos en formación continúa.

Empoderar a los estudiantes para hacer las preguntas adecuadas

Para los más jóvenes, la pregunta podría ser un problema del mundo real que una organización necesita resolver, y las opciones serán preguntas posibles para obtener más datos. El objetivo es elegir la mejor pregunta. Como el pensamiento crítico es subjetivo, en lugar de usar Preguntas de opción múltiple, podrías utilizar el formato de Encuesta donde todas las respuestas sean válidas, fomentando el debate.

El formato Preguntas puede ser más complejo usando preguntas abiertas, animando a los estudiantes a plantear preguntas bien articuladas que identifiquen lagunas en la información. Incluso podrías pedirles que evalúen sus propias preguntas, fomentando así la autoevaluación crítica.

En el aula, podrías recolectar respuestas instantáneas y usar estas preguntas para generar discusiones sobre cuáles son más relevantes y por qué. Los juegos educativos online accesibles a través de Drimify permiten que cada estudiante participe y aporte sus ideas, rompiendo con la tradicional dinámica de “levantar la mano” que favorece a los estudiantes más extrovertidos.

Construir tus juegos de aprendizaje de pensamiento crítico en vías de aprendizaje multinivel

El pensamiento crítico es un tipo de actualización cognitiva. Utilizando el formato Recorrido Dinámico™, puedes crear experiencias de aprendizaje multinivel más inmersivas, donde los cuestionarios son más desafiantes a medida que los estudiantes progresan. Algunos módulos pueden incluir contenido en video o texto, ilustrando ejemplos reales de pensamiento crítico para facilitar un aprendizaje progresivo.

Desarrollar experiencias de aprendizaje para animar a tus estudiantes a pensar críticamente

El formato Recorrido Dinámico™ como experiencia multinivel permite a tus estudiantes practicar todos los aspectos del pensamiento crítico: formular preguntas adecuadas, analizar la calidad de la evidencia y sacar conclusiones lógicas. Adaptando cada nivel a distintos aspectos del pensamiento crítico, ayudarás a preparar a tus estudiantes para su futuro académico y profesional.

No dudes en contactar a nuestro equipo de expertos en gamificación para discutir tu proyecto educativo. Los ejercicios de pensamiento crítico bien diseñados funcionan naturalmente en un entorno gamificado, ya que los estudiantes se involucran activamente, tal como lo hacen cuando practican el pensamiento crítico. Es un proceso activo que beneficia a tus estudiantes en un medio interactivo.

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