¿Qué es el Design Thinking?
RecursosAunque en principio puede sonar como algo muy técnico y complicado, el design thinking es un proceso versátil para fomentar el crecimiento y la innovación en cualquier tipo de empresa, sin importar su sector. Este método de generación de ideas está diseñado para resolver problemas, mejorar procesos y afrontar desafíos con creatividad, y está al alcance de cualquier negocio.
Actualmente, una herramienta revolucionaria accesible tanto para pequeñas y medianas empresas (PYMES) como para grandes corporaciones es la gamificación. Este método consiste en aplicar mecanismos de juego a tareas que suelen ser menos entretenidas para aumentar el compromiso de los usuarios. La gamificación es efectiva en la interacción con los usuarios porque disfrutar de un juego es universal: involucrar a las personas en la competencia y la interacción obtiene los mejores resultados, ya sea para completar una acción, simplificar un proceso o facilitar el aprendizaje. Casi cualquier reto u oportunidad de mejora relacionada con la participación del usuario podría beneficiarse al incorporar la gamificación como solución.
A través de plataformas de gamificación que ofrecen servicios opciones de agencia, puedes personalizar motores de juego existentes para responder exactamente a tus necesidades, ya sea para afrontar un desafío específico o para recolectar información valiosa mediante el proceso de design thinking.
Elementos clave del design thinking
El design thinking es una metodología desarrollada por Rolf Faste, profesor de diseño en Stanford, que abarca procesos de pensamiento cognitivo, estratégico y práctico en el diseño, creación e innovación. Este enfoque colaborativo involucra el trabajo en equipo, diversas habilidades, conocimientos y experiencias desde múltiples equipos.
Poner en primer lugar al usuario y su experiencia es vital en el design thinking, ya que es para ellos que se crea y conceptualiza un proyecto, producto o servicio. Al enfocarse en el usuario y sus desafíos, el design thinking permite a las empresas explorar múltiples soluciones y crear experiencias atractivas adaptadas a diferentes tipos de usuarios. Por ejemplo, al aplicar design thinking a la transformación digital de una empresa, se podrían identificar problemas actuales en los sistemas empleados y construir una infraestructura digital nueva que sirva mejor a tu equipo.
Durante las etapas del design thinking, es crucial considerar tres elementos para desarrollar un nuevo producto o servicio: deseabilidad, viabilidad y rentabilidad. Si un producto o servicio es deseable y técnicamente viable, entonces satisface una necesidad o problema real con una solución sólida y efectiva. Por ejemplo, si eres parte del departamento de recursos humanos encargado de la contratación y enfrentas dificultades en la retención de personal, una solución efectiva podría ser un curso en línea masivo y gamificado (MOOC) que mejore la integración inicial de los empleados.
Gracias a las herramientas de gamificación ofrecidas por plataformas como Drimify, puedes usar el formato Recorrido Dinámico™ para desarrollar módulos interactivos que estructuren la incorporación de un nuevo empleado. Desde transmitir tu identidad corporativa hasta informar aspectos específicos y operativos del trabajo, estos módulos facilitan la adaptación de nuevos trabajadores a sus roles. Esta solución es deseable porque mejora un proceso deficiente; viable debido a la fácil personalización de motores de juego sin necesidad de conocimientos técnicos; y potencialmente rentable al mejorar la retención de talento y el desarrollo profesional a largo plazo.
¿Cuáles son los objetivos del método?
El principal objetivo del design thinking es estimular la creatividad, fomentar la innovación y permitir que nuevas ideas florezcan dentro de la empresa a través de la colaboración entre empleados de diferentes departamentos y profesiones. Al combinar habilidades y perspectivas diversas, los equipos pueden encontrar soluciones novedosas a problemas comunes. Además, el design thinking potencia la co-creación y cooperación dentro de la organización.
Otro objetivo es desarrollar productos y servicios que satisfagan las necesidades del usuario, llevándolos al mercado exitosamente. A través de este método, se buscan solucionar problemas considerando la experiencia del cliente e identificando puntos críticos. Las ideas resultantes se transforman en prototipos y eventualmente en productos finales.
Finalmente, fomenta la cohesión dentro de la empresa, promoviendo la colaboración entre empleados y equipos. El design thinking facilita la gestión transversal, empoderando a los equipos y valorando sus contribuciones, lo que a su vez mejora la cultura corporativa al romper silos organizacionales.
Las 5 etapas del design thinking
Existen tres enfoques principales del design thinking, cada uno con varias etapas según sus autores. Un método temprano, desarrollado por Rolf Faste, consistía en siete etapas. Luego, Jeremy Gutsche, experto en innovación y fundador de TrendHunter, lo concisó a cinco etapas. Tim Brown, de IDEO, lo simplificó aún más.
Ahora veremos las cinco etapas de design thinking según Jeremy Gutsche:
Empatía
La empatía es la primera y fundamental etapa del design thinking. Durante esta fase, es esencial comprender las experiencias y frustraciones del usuario, conversando e interactuando con ellos para identificar sus problemas. Esto busca elevar la satisfacción del usuario, colocando la experiencia humana en el centro del proceso.
Problematización
En esta etapa se identifican y redefinen los problemas para abarcar posibles dificultades que podrían haber sido pasadas por alto inicialmente. La meta es enmarcar los problemas en la forma en que impactan a los usuarios.
Ideación
Luego sigue la fase de ideación, que involucra el uso de herramientas creativas para encontrar soluciones al problema identificado. Se fomenta la creatividad, la innovación y la cohesión dentro del equipo para generar tantas ideas como sea posible.
Modelado de prototipos
Una vez encontrada una solución, se procede a la creación de un prototipo. En esta etapa, se elabora y evalúa un modelo para verificar la viabilidad de la idea, permitiendo demostrar si es adecuada o no; en caso contrario, se regresa al diseño inicial.
Pruebas
Finalmente, en la última etapa, se pone a prueba la solución desarrollada. Con la ayuda de comentarios de los usuarios, esta etapa busca evaluar y mejorar el concepto y la solución propuesta, determinando su viabilidad real al implementarlo.
¿Cuándo aplicar el design thinking?
El design thinking ofrece múltiples ventajas en la innovación y diseño de proyectos. Facilita un entorno colaborativo, con profesionales de distintos campos trabajando juntos para generar las mejores ideas. Promueve decisiones de alta calidad al involucrar a personas calificadas y fortalece el sentido de pertenencia dentro de la empresa, fortaleciendo la cohesión del equipo.
Aunque inicialmente parecía reservado para los sectores terciarios y creativos, como los medios y las comunicaciones, el design thinking se ha adaptado a la industria, permitiendo la creación de productos según las necesidades del cliente. Ahora, es aplicable a cualquier sector y tipo de empresa que desee innovar y crecer en su mercado.
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